Preparación
1. Colocamos en un recipiente adecuado en el cual incluiremos la harina, el azúcar y el sobrecito de levadura y lo mezclamos todo con la mano.
2. Hacemos un agujero con los dedos en el centro de la harina como si fuese un volcán y añadimos el aceite, la sal y vamos añadiendo el agua poco a poco mientras amasamos con la otra mano.
3. Amasamos y mezclamos con las manos dentro de la ensaladera durante unos minutos. Si después de un rato amasando la masa está líquida o pegajosa añadimos un poco más de harina y repetimos, al contrario, si la masa está muy seca y se rompe añadiremos un poco más de agua. La idea es conseguir una masa homogénea que no se nos pegue a las manos.
4. Echamos un poco de harina en la encimera o mesa (limpia, por supuesto) la esparcimos y seguimos amasando la masa unos minutos. Hacemos una bola con la masa.
5. Limpiamos la ensaladera, la secamos, la untamos de aceite o harina y metemos dentro la bola de masa. Luego tapamos la ensaladera con un trapo húmedo o film de plástico y dejamos reposar en un lugar cálido de 1 a 2 horas o hasta que la masa haya doblado su tamaño aproximadamente.
En una bandeja (untar aceite para que no se pegue) echamos una fina capa de sémola y estiramos la masa sobre ella. La sémola se quedará pegada a la masa y le dará un toque crujiente.
HORNEADO:
1. Después de estirar la masa precalentamos el horno a 220ºC con calor arriba y abajo, así crecerá un poco más.
2. Horneamos la masa sola unos 8 minutos.
3. Sacamos la masa del horno, colocamos la salsa de tomate, especias, queso e ingredientes al gusto.
4. Horneamos hasta que los bordes queden dorados y crujientes.